sábado, 29 de junio de 2013

TIEMPO DE DESCANSO

De CVX Galilea, una propuesta de vacaciones
Dice Dolores Aleixandre que hemos heredado de los griegos la idea de que necesitamos descansar, porque no podemos trabajar incesantemente, y que el reposo tiene como fin adquirir nuevas energías para nuevos esfuerzos; de ahí vienen las palabras re-fectorio, re-creo, re-staurante... Según esa mentalidad, si el trabajo no nos cansara, no necesitaríamos tiempos de pausa.

Para la mente bíblica, en cambio, todo esfuerzo que dedicamos a mantener y acrecentar la creación está orientado hacia el Sábado, que es el día para la vida, en el que el israelita aprende a relacionarse con el tiempo, no para poseer, sino para ser y para dar. "El mundo es el dueño de nuestras manos, pero el Sábado nos recuerda que nuestro corazón pertenece a Otro. Durante seis días a la semana luchamos contra el mundo arrancando sus riquezas a la tierra; en Sábado prestamos especial cuidado a la semilla de eternidad plantada en el alma." (A. Heschel)

Algo parecido dicen las palabras latinas "ocio" y su contraria "negocio" (no-ocio). En el negocio se busca el fruto, la eficacia, la rentabilidad, la planificación, requiere esfuerzo. El ocio se refiere a lo gratuito, lo ineficaz, lo creativo, lo regalado, lo gozado, lo imprevisto. 

Claro está que mal entendido parece que ocio suena a vagancia, a tumbona, a no hacer nada, a perder el tiempo.

Te animamos a que busques el sentido profundo del tiempo vacacional, lo que podríamos llamar el descanso cristiano que no es otra cosa que reflexionar sobre el empleo del tiempo, en este caso el tiempo de vacaciones 
Por eso la pregunta: Verano ¿para qué?.

Siempre decimos que el verano es para descansar, pero descansar no es no hacer nada. Es muy buen descanso hacer lo que no tenemos tiempo y oportunidad de hacer durante los meses del curso. Y aquí va nuestra propuesta. No cabe duda que es bonito hacer el "Camino de Santiago" o el recién diseñado "Camino ignaciano", pero también te animo a que hagas el corto camino que hay entre la cabeza y tu corazón. Date un paseo por dentro. Es más, no dejes ningún día sin pasear por dentro de ti y conocer preciosos y desconocidos rincones que todos tenemos.

Cultiva la dimensión espiritual, a veces un poco adormecida por "falta de tiempo" durante el año.
(Vicente Pascual sj)

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